La fábricacion de las casas prefabricadas construidas en el pasado desarrolló un estereotipo negativo, debido a su menor costo y la tendencia de su valor a depreciarse más rápidamente que las viviendas construidas en el sitio.
La tendencia de estas casas a la rápida depreciación en el valor de reventa se utilizan como garantía para los préstamos mucho más arriesgados que los préstamos hipotecarios tradicionales. El plazo de los préstamos se limitaba generalmente a menos de los 30 años de duración típica de la casa general de mercado de préstamos, y las tasas de interés eran considerablemente más altos.
En otras palabras, estos préstamos para las casas prefabricadas se parecían a los préstamos de vehículos de motor mucho más que hipotecas tradicionales. Han sido consistentemente ligados a familias de bajos ingresos, que ha llevado a los prejuicios y las restricciones de zonificación, que incluyen limitaciones en el número y la densidad de viviendas permitidas en un sitio determinado, los requisitos de tamaño mínimo, las limitaciones de los colores exteriores y acabados, etc.
Muchas jurisdicciones no permiten la colocación de casas prefabricadas adicionales, mientras que otros estan muy limitados o prohibidos a todos los modelos a escala individual, que tienden a depreciarse en el valor más rápidamente que los modelos modernos de doble anchura.
Las Casas prefabricadas modernas, especialmente las casas modulares, desmienten esta imagen y pueden ser idénticas en apariencia a las viviendas construidas en el sitio (tradicionales). Casas más nuevas, en particular, mas anchas, tienden a ser construidas con estándares mucho más altos que sus predecesores. Esto ha conducido a una reducción en la tasa de depreciación del valor de muchas unidades usadas.
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